13 de octubre de 2025, MPIL Heidelberg
El Coloquio Iberoamericano n.º 331 reunió en el Instituto Max Planck de Derecho Público Comparado y Derecho Internacional al profesor William Lee, director de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su presentación sobre la internacionalización de la UNAM ofreció una mirada amplia a una institución que, por su tamaño y misión, es una de las piezas fundamentales del sistema educativo y científico de América Latina.
Lee comenzó con una reflexión histórica. Recordó que la universidad, fundada en el siglo XVI y refundada en 1910, consolidó su autonomía en 1929, lo que marcó un punto de inflexión en la relación entre Estado, conocimiento y sociedad. Esa autonomía, explicó, no es solo un principio administrativo, sino la base que garantiza libertad académica y responsabilidad pública.

A partir de esa idea, describió la evolución de la UNAM como una red viva que se extiende más allá del campus central. Hoy la universidad cuenta con más de treinta institutos y centros de investigación, múltiples escuelas en diferentes estados y una comunidad que supera las cuatrocientas mil personas. Su presencia no se limita a la docencia o la investigación: la UNAM también administra servicios nacionales estratégicos como el Servicio Sismológico, la Biblioteca y la Hemeroteca Nacionales, además de colecciones científicas y observatorios que la convierten en un referente de infraestructura académica y cultural.
En su exposición, Lee presentó los ejes del Plan de Desarrollo Institucional 2023–2027, orientado a la inclusión, la equidad de género, la sostenibilidad y la innovación. Subrayó que la universidad busca fortalecer su vida académica y docente, al mismo tiempo que amplía el impacto social de sus investigaciones. En palabras del ponente, el conocimiento solo cumple su función pública cuando transforma las condiciones de vida en las comunidades donde se produce.
Uno de los puntos más destacados fue la política de internacionalización. Lee explicó que la UNAM ha construido una red de oficinas en el extranjero que funcionan como puentes de cooperación académica y cultural. Estas sedes, ubicadas en ciudades como San Antonio, Chicago, París, Londres, Berlín y Gatineau, permiten conectar proyectos, promover movilidad estudiantil y fortalecer vínculos con universidades e instituciones científicas. La más reciente, inaugurada en Santiago de Chile en colaboración con la Universidad de Chile, está concebida como una oficina regional para América Latina y representa una apuesta por consolidar una visión compartida entre países iberoamericanos.

Durante el intercambio con los participantes, se abordaron temas como la defensa del español como idioma científico, los desafíos de financiamiento de las universidades públicas y la necesidad de cooperación entre regiones para enfrentar problemáticas globales. Lee enfatizó que la internacionalización no consiste en una expansión sin rumbo, sino en la creación de vínculos sostenibles basados en la colaboración y en el respeto mutuo.
El coloquio cerró con una conversación abierta sobre el papel de las universidades públicas en la preservación de la autonomía intelectual y en la generación de conocimiento útil para las sociedades. A través de su historia, su escala y su proyección internacional, la UNAM fue presentada como un ejemplo de cómo una institución puede ser, al mismo tiempo, un espacio de pensamiento crítico, un actor social y un puente entre continentes.

