4 de noviembre de 2025, MPIL Heidelberg
El Instituto Max Planck de Derecho Público Comparado y Derecho Internacional celebró una nueva sesión de su ciclo de Coloquios Iberoamericanos dedicada al tema “Tecnologías emergentes y derechos humanos”. La conferencia estuvo a cargo de Eduardo Bertoni, director del Center for Human Rights and Humanitarian Law en la American University Washington College of Law, ex relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y actual asesor en temas de regulación tecnológica y derechos fundamentales.
Bertoni ofreció un panorama crítico sobre la relación entre tecnologías emergentes y derechos humanos, destacando tanto las oportunidades que ofrecen para la promoción de los derechos como los desafíos que plantean en materia de privacidad, regulación y libertad de expresión. Recordó que, aunque la noción de derechos humanos existía antes de la Segunda Guerra Mundial, la conceptualización contemporánea se consolidó a través de los tratados internacionales del siglo XX. Desde esta base, sostuvo que muchos de los problemas asociados a la innovación tecnológica pueden abordarse aplicando los marcos jurídicos existentes, en lugar de crear nuevos derechos.

El coloquio abordó debates centrales sobre el acceso a internet, la responsabilidad de las plataformas digitales y la moderación de contenidos. Bertoni advirtió sobre el riesgo de que las políticas de moderación se transformen en herramientas de censura en países con instituciones débiles y propuso aplicar con mayor rigor leyes ya vigentes, como los códigos electorales que sancionan la difusión de noticias falsas durante las campañas. También recordó que fenómenos como el discurso de odio o la desinformación no son nuevos, aunque las plataformas digitales han multiplicado su alcance y velocidad.
La discusión se amplió hacia el uso de tecnologías de reconocimiento facial y neurotecnologías, destacando sus efectos sobre la privacidad y la autonomía individual. Bertoni explicó que la recopilación de datos biométricos y neurofisiológicos sin consentimiento puede vulnerar derechos fundamentales y subrayó la necesidad de limitar la recolección de datos a fines específicos, destruirlos una vez cumplido el propósito y garantizar mecanismos de supervisión independientes.
Durante el intercambio, los participantes debatieron sobre la responsabilidad de las empresas frente a violaciones de derechos humanos, el uso de inteligencia artificial en el sistema judicial y el papel de iniciativas privadas como el Oversight Board de Meta. También se discutieron los retos de alcanzar consensos internacionales para regular las tecnologías emergentes desde un enfoque basado en derechos.
El encuentro concluyó con una reflexión compartida: las tecnologías emergentes y los derechos humanos deben analizarse de manera complementaria. Conocer las tecnologías, evitar reacciones regulatorias desproporcionadas y aplicar con coherencia los estándares internacionales existentes son, según Bertoni, las claves para fortalecer la protección de los derechos fundamentales en la era digital.

